Imma veranea con su familia en Metaponto cuando, mientras nada tranquilamente, ve flotando en el mar un dedo, con tatuajes originales. Aunque no consigue cogerlo, la sospecha de delito se hace efectiva y consigue convencer al nuevo Fiscal Jefe de que le asignen el caso, junto al joven Calogiuri de ayudante. Después de que sigan apareciendo miembros amputados en lugares insospechados, Imma se empieza a preocupar al recibir una carta anónima, en la que el asesino la desafía, lo que hace que piense en que quieren hacer daño a su hija adolescente, que además empieza a salir de fiestas nocturnas.