Tras recuperarse, Silvia se enfrenta a Corrado, y, aunque sigue pensando en Brando, sabe que debe anteponer el amor por su hijo al amor por el cantero. Augusta Mafei empieza su nueva vida viviendo en la pensión de Rosetta tras su despido. Brando consigue sacar rendimiento a sus esculturas para así poder ayudar económicamente a su familia durante su ingreso hospitalario. Alessandro toma una inesperada decisión sobre su labor en el Santa Corona que dejará descolocada a Sor Agnese.