Francisco Montiel inauguraba el año del centenario del coso de la deseada el pasado sábado de gloria para hacerse matador de toros en su ciudad natal. Acompañado por otros dos murcianos, Rafaelillo como padrino y Alfonso Romero como testigo, Francisco Montiel se doctoró en tauromaquia antes sus paisanos. Bonito recuerdo que guardará para toda la vida el torero de Cieza.