Dijo que volvería y ha cumplido su promesa; de verde esperanza y corona de hoja de laurel, héroe Padilla volvía el domingo en la plaza de Olivenza para gloria de una profesión necesitada de altavoces como el suyo. No han pasado aún cinco meses desde que un toro de Ana Romero estuviera a punto de arrancarle la vida en la plaza de Zaragoza.