La añoranza no es una emoción mala, y si no, ¡ojo a nuestro "Mañana puedes"! Porque la espera puede hacerse más corta con una frase que haga pensar, como la de Leopoldo Abadía. Y en el tiempo en que se oye un haiku y un dulce tema de María Rodés, nos quedaremos reparadoramente dormidos.