José Mª Iñigo vuelve a Bilbao, la ciudad donde nació y de la que se marchó a los veinte años. El inicio de su viaje comienza en el Arenal, en la explanada del Teatro Arriaga. Su padre, Daniel Iñigo, trabajaba como eléctrico en el teatro y gracias a este trabajo Jose María vio gratis un sinfín de Zarzuelas de la época. Iñigo se reencuentra con su buena amiga Maite. José Mª y ella se conocieron vendiendo discos hace cuarenta años. Maite es la mujer de su mejor amigo, Santiago Marcilla, que murió hace cuatro años. Volver a Bilbao sin él es muy duro para José María.