En el sur de Francia, un viento del norte, frío y seco, es famoso por sus furiosas ráfagas: el Mistral, que sopla con una velocidad media de 50 km por hora pero que, el 2 de diciembre de 1956, llegó a los 245 km por hora registrados. El Mistral se origina en el norte del Valle del Ródano, y moviéndose de norte a sur, a su paso va doblegando a la naturaleza y poniéndoselo difícil a los hombres. Muchos no lo soportan y lo evitan, otros lo buscan incansables para inmortalizarlos en sus fotografías, o incluso en sus cuadros, como hizo Van Gogh durante su estancia en la Provenza. Mistral simboliza la Provenza.