"Ahora lo llevo bien, pero me costó muchísimo al principio", confiesa la triatleta Judith Corachán. "Me pilló recién llegada de Nueva Zelanda y fue como un 'shock', pero he sabido aceptar la situación y adaptarme de la mejor manera posible", explica. Corachán cree que esta experiencia enseña que las cosas nunca vienen "como las planificas" y hay que "ser fuerte y tener pensamientos positivos". "Sin duda, nos ayudará a ser mejores y nos hará recapacitar mucho", asegura.