Este viaje comienza en un tren de vapor en el puerto de Furka reviviendo tiempos pasados. De ahí nos subiremos en el famosísimo Glacier Express. Los ventanales panorámicos de este tren ofrecen unas vistas espectaculares de las montañas suizas. El trayecto recorre los 23 kilómetros de largo del glaciar Aletsch, el mayor de los Alpes. El viaje en el Glacier Express termina en Zermatt, conocido por su famosa montaña: el monte Cervino. En Zermatt subiremos al tren cremallera hasta Gornergrat. El viaje transcurre a través de los frondosos bosques y las praderas alpinas hasta alcanzar una altura de 3.089 metros. Al llegar a la cima, la sensación de estar rodeado de 29 picos de más de 4.000 metros es indescriptible. Por supuesto observados siempre por el majestuoso monte Cervino.