Alejo pone las cartas sobre la mesa diciéndole a su padre que está enamorado de Luisa y que se va de la Casa Grande. Se instala en la Casa Pequeña, pese a que Bernardo no le parece una buena idea. A quien tampoco le parece bien lo que ha hecho Alejo es a su amada, que le da miedo todo lo que le viene encima. José Luis, desquiciado, culpa a Victoria de no haber detectado la relación de su hijo con Luisa. Por su parte, Bárbara está ilusionada con su relación con Leonardo, pero el muchacho se siente muy culpable y le confiesa a Irene que le contará que estuvieron juntos. Eva tiene un accidente en la cocina y echa la culpa a Isabel de haberlo provocado. Por otro lado, a Adriana le escama la reacción de Julio al conocer la noticia de su embarazo y todos los cuidados y atenciones que le está dando. Pero Julio parece que tiene un as guardado en la manga. Y es que, pese a que ella le dijo que no diesen aún la noticia, él se lo hace saber a su padre que lo celebra en presencia de la pareja y de