La alegría de los hermanos Salcedo ante el regreso de Adriana a la Casa Pequeña, junto a Julio, contrasta con el horror de Luisa al verse viviendo bajo el mismo techo que su violador. La criada se siente traicionada por su amiga y se lo reprocha. En la Casa Grande, Irene se debate entre la vida y la muerte y José Luis prohíbe que se informe a Julio de ello mientras Rafael busca un galeno para atenderla. Mercedes, superada, de nuevo encuentra apoyo en Bernardo y Alejo recibe el consuelo de Domingo, mientras José Luis lidia con la culpa y miente al galeno, comprando su silencio cuando este le informa de que Irene estaba embarazada. Saltándose la orden del duque, Rafael manda a Bernardo a la casa pequeña para poner sobre aviso a Julio. Matilde desea ser madre y le pide a Gaspar dinero para tratamientos de fertilidad cuando llega a la Casa Pequeña la noticia sobre el estado de Irene. Tras ser informado, Julio se presenta en la Casa Grande exigiendo ver a Irene, pero José Luis se interpone