En los años 70, cuando los ordenadores ocupaban habitaciones enteras, pocos pudieron anticipar el efecto que la informática tendría en nuestros días. Del mismo modo los robots que se construyen hoy sólo nos dan pistas del lugar que ocupará la robótica en nuestras vidas dentro de 30 años. Los autómatas de hoy no son las máquinas sofisticadas que la ciencia ficción nos prometía, más bien son pedazos de metal conectados a ordenadores que aún necesitan de sus creadores para aprender sus tareas. ¿Será posible programar un robot con sentido común? Tres 14 entrevista a Carme Torras, investigadora del Instituto de Robótica de la Universidad Politécnica de Cataluña y autora del libro "La mutación sentimental". Torras nos explica cómo nos relacionaremos con los robots en el futuro.