En 1951 el antropólogo Edward Gifford, al estudiar los restos arqueológicos de un yacimiento de las Islas Fiji, afirmó que, después de los peces, los humanos eran los vertebrados que más se habían comido en esa cultura. Siglos antes, los relatos de los exploradores y misioneros en el Nuevo Mundo estuvieron plagados de caníbales y así la imagen del salvaje cocinando carne humana se convirtió en un cliché de cuya certeza muchos dudaban. Pero hay evidencias antropológicas de que, lo que hoy consideramos tabú, fue una práctica extendida en el pasado. La carne humana formó parte de nuestra dieta. Tres 14 entrevista a Miguel Botella, catedrático de Antropología de la Universidad de Granada, que nos explica los orígenes del canibalismo y a qué sabe la carne humana.