En 1958 se implantó el primer marcapasos pero en 3 horas dejó de funcionar. Hoy más de 3 millones de personas tienen estos dispositivos. El corazón artificial, sin embargo, no tuvo la misma suerte. El primero se implantó en 1982 y el paciente sólo sobrevivió 112 días. Tenemos poco de cibernéticos. Robocop está lejos y el camino hacia el hombre biónico no es fácil. Uno de los retos es conseguir conectar máquinas al cerebro y transmitirle sensaciones. Tres 14 entrevista a José Luis Pons, investigador del Grupo de Bioingeniería del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, que nos explica las últimas investigaciones para conseguir rehabilitar el movimiento en personas con problemas motores. Neuroprótesis y neurorobots son los nuevos objetivos de lo que conocemos como biónica.