Los hermanos acaban de enterarse de quién envenenó al padre. Tras el sobresalto y conmoción inicial, se conjuran para sellar un pacto de silencio. Todos menos Claudia, que sospecha que fue Roberto quien ordenó el atropello de Carlos. Para evitar que Claudia actúe por su cuenta y ponga en peligro los intereses familiares, Pilar tendrá que emplear de nuevo sus armas. Mientras tanto, Isabel tiene que tomar una decisión trascendental: quedarse con Víctor o huir con Rafa. Sin embargo, un acontecimiento inesperado altera sus planes.