Las españolas llegaban a Londres 2012 en el grupo de favoritas por los resultados obtenidos en los últimos años. La última oportunidad de conseguir medalla se la jugaban ante Corea del Sur, selección con la que habían perdido en el debut. Hicieron honor a su apodo, y como ‘guerras’, firmaron un final glorioso. Agotadas tras dos prórrogas, ganaron a las coreanas y se alzaron con el bronce.
El grupo en el que habían caído en la primera fase de los Juegos, juntaba a los equipos más peligrosos. Tras caer ante las surcoreanas se empató frente a Francia y ya no se podía fallar. Las guerreras ganaron a Dinamarca, Suecia y Noruega para pasar a cuartos. La victoria ante Croacia dio el pase a semifinales, donde perdieron frente a Montenegro.
Este bronce fue la cuarta medalla olímpica del balonmano español, pero la primera femenina. En Río 2016 fueron sextas. Desde Londres, suman dos subcampeonatos: uno europeo y otro mundial.