Joan Llaneras saltó al velódromo de Laoshan, para disputar su tercera y penúltima competición olímpica. A mitad de la prueba, el balear no había conseguido puntuar, el alemán Kluge le pisaba los talones y el balear, con 51 puntos, decidió atacar en la vuelta 101. Cuando el pelotón ya estaba desgastado lanzó un nuevo ataque y no lograron seguirle el ritmo. El español ganó dos vueltas logrando 60 puntos, que le dieron un nuevo oro olímpico.