La amazona española Beatriz Ferrer-Salat es una de las caras positivas del aplazamiento de los Juegos Olímpicos. Según como explica Ferrer-Salat, sufrió una caída en enero, de la cual aún se está recuperando y si los Juegos se posponen un año, es el tiempo que tiene la amazona para recuperarse de su lesión y poder estar en el equipo de doma clásica el próximo año en Tokio.