La campeona del mundo de WorldSS300 en el Mundial de Superbike 2018, Ana Caasco, admite que el confinamiento se le está haciendo "complicado. Los pilotos no estamos acostumbrados a estar tanto en casa, nuestro ritmo de vida implica viajar mucho". Otro hándicap es "seguir entrenando sin saber cuándo empezará la temporada. Trabajar sin un objetivo claro no es fácil". En cambio, cree que de esta situación se puede extraer algo positivo: "Nos va a enseñar a valorar mejor todo lo que tenemos. Cuando esto acabe tenemos que aprender a disfrutar mejor de la vida, de la familia".