Tendido Cero tiene esta semana unos contenidos llenos de contrastes que van desde los grandes escenarios del toreo hasta los más pequeños y populares. De un lado, se valoran las ferias de San Miguel en Sevilla y la primera parte de la de otoño en Madrid. En la de Sevilla, el albero hispalense se despidió con pleno reconocimiento a El Cid y se arropó en la alternativa a Ángel Jiménez. En Las Ventas sobresalieron dos nombres, uno consagrado como Miguel Ángel Perera y otro recién llegado, el novillero Tomás Rufo que abrió la puerta grande.
Como contraste con ruedos tan transcendentes, el programa emite un reportaje en un pueblo con menos de 1.000 habitantes que tiene los festejos taurinos como esencia de su idiosincrasia. Se trata de la localidad vallisoletana de Montemayor de Pililla, que dispone de una singular plaza de palos que data del siglo XVII. En la conocida como "La empalizada", también los aspirantes a toreros entran en contacto por vez primera con el público.
En vísperas de