La crudeza de la guerra, sin maquillaje de causas o banderas. Las imágenes de Bucha nos recuerdan escenas vividas en Europa en conflictos anteriores, que pensábamos que ya no se iban a repetir en el continente. Cadáveres de civiles maniatados, tirados en mitad de la calle o en el interior de las casas, ejecutados de un disparo. La retirada rusa de los alrededores de Kiev ha dejado una masacre que ha sido duramente condenada por la mayor parte de la comunidad internacional. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, señala al ejército ruso y habla de genocidio, de crímenes de guerra que serán investigados. Rusia dice que es un montaje de Occidente. La Unión Europea prepara nuevas sanciones como reacción a la matanza y toma cuerpo la posibilidad de imponerla a las importaciones de gas y petróleo ruso. España se ha unido a la condena por la masacre y ha pedido que los crímenes de guerra no queden impunes. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne esta tarde a las 5 con el emba