La Puerta de Alcalá, uno de los monumentos más icónicos de Madrid, ya luce nueva cara después de la restauración y para que nada la empañe tiene tres guardianes, un halcón y dos águilas, que van a velar para que las palomas no se posen en ella y no la deterioren. En esta primera fase de 6 meses, las aves realizarán vuelos disuasorios a diferentes horas del día. El proyecto durará un año y posteriormente se valorarán los resultados.