Cantabria rebaja el nivel de alerta tras el apagón del lunes a preemergencia. Dos días después, ya casi puede hablarse de normalidad. Exceptuando el arranque de las electrointensivas, que requiere de más tiempo, el resto de las empresas ya trabaja al cien por cien, el tráfico es el de siempre y ya no hay que tener miedo a coger el ascensor o a no encontrar agua o artículos de primera necesidad.