Los restos de las vacas muertas por asfixia en una cabaña de San Roque de Riomera, han sido trasladados al Centro de Sanidad Integral de Ganadería para su destrucción. Los operarios de la empresa TRAG-SATEC han necesitado cuatro viajes para retirar los 25 cadáveres... Eran de raza limusín y se calcula que se podrían haber perdido unos 11 mil kilos de carne, con un valor en el mercado de unos 60 mil euros.