Casi un millar de fieles, peregrinos y turistas se congregaron en la explanada del Monasterio de Santo Toribio en la última oportunidad de pasar bajo la puerta del perdón y ganar el jubileo en el Año Lebaniego. Junto al monasterio, un despliegue de seguridad propio de los grandes eventos aunque la alfluencia estuvo por debajo de lo esperado. El Obispo Arturo Pablo Ros, portando el relicario del lignun crucis, y seguido de las autoridades, pasó por la Puerta del Perdón para oficiar la misa que culminó con el cierre de la puerta santa, que no volverá a abrirse hasta el próximo año 2028.
