El personal del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente sigue trabajando para evitar rebrotes, como el de la pasada semana. La orografía de este espacio natural impide que se pueda llegar a puntos que aún permanecen calientes. Quince días después hay pinos que siguen ardiendo por dentro y suponen un riesgo si caen y prenden en zonas todavía no quemadas.
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