Los apuros económicos han puesto en marcha nuevas fórmulas de financiación, pero también funcionan las más clásicas. Es el caso del Monte de Piedad, una institución ligada a la Cajas de Ahorro, con más de trescientos años de historia. En los Montes de Piedad ya no se empeña cualquier objeto, pero siguen ayudando a salir de un aprieto.