La afición por coleccionar sellos nació hace más de 150 años y ha entretenido a millones de personas en todo el mundo. Hoy las nuevas tecnologías le han quitado espacio a la filatelia clásica. Excepto los expertos, ya nadie compra sellos como inversión, pero sin embargo no ha perdido su faceta educativa. Cualquier acontecimiento importante queda reflejado en un sello.