La memoria de Luis Cernuda iluminada por los destellos de una película silente, amenizada por una orquesta de jazz. Un viaje introspectivo al encuentro con lo vivido, volcado el tiempo en el esperanzado ayer, antes de que la imposición de la dictadura militar en España le obligase al exilio. Regresa intemporal el recuerdo, arrebatado, sin orden que lo coarte, libre en el impulso de las emociones sentidas. Como decía el propio poeta "No siempre he sabido, o podido, mantener la distancia entre el hombre que sufre y el poeta que crea".