Poco conocidas y ahuyentadas por los granjeros que se apoderaron de su territorio, las hienas marrones se han convertido en uno de los carnívoros más raros del planeta y solo se encuentran en el sur de África. En los últimos años, la mitad de la población de hienas marrones de Namibia se ha visto obligada a buscar refugio en una de las regiones más remotas e inhóspitas del planeta: la costa de los esqueletos. Y, sin embargo, sobrevivir al borde del desierto más antiguo del mundo es un verdadero desafío. Entre abrasadoras dunas de arena, costas neblinosas y pueblos fantasmas azotados por vientos huracanados, unas 500 hienas marrones luchan por sus vidas. ¿Cómo han logrado adaptarse a este ambiente hostil también conocido como las puertas del infierno? ¿Y cómo han adoptado patrones de comportamiento inesperados para convertirse en cazadores y adaptar su dieta para sobrevivir?