Los combustibles fósiles, el carbón y el petróleo, han generado el mayor desarrollo económico, tecnológico y social de la historia de la humanidad. Pero semejante desarrollo tiene un precio. Las consecuencias de esta explotación intensiva son cada vez más evidentes. La quema de estos combustibles siguen generando enormes gases de efectos invernaderos. Estos se acumulan en la atmosfera de modo exponencial y han provocado el calentamiento global. El cambio es posible gracias a la energías renovables pero para ello se necesita una transición justa. Contenido disponible hasta el 4 de agosto de 2021.