Un viñedo bien cuidado mantiene la calidad de un vino durante generaciones. Pero su micromundo es un campo de batalla, un imperio animal en el que se libran a diario cientos de pequeños combates. El irresistible olor de las hojas frescas de la vid tienta a los ciervos a salir del bosque en primavera. Las mariquitas europeas y asiáticas salen de su colonia subterránea para ayudar a salvar las vides de los pulgones, pero son atacadas por hormigas que las "ordeñan" para alimentarse. Los zorros y los conejos jóvenes juegan juntos, pero al cabo de unas semanas las tornas cambian y los peludos compañeros de juegos se convierten en presas. Una larva de león hormiguero acecha en su fosa arenosa en busca de insectos, mientras que las águilas escudriñan el suelo en busca de ratones y hámsters. En el sur de Francia, la jineta, el principal depredador de los viñedos, se alimenta de conejos, lagartos, serp