Egeria fue una mujer noble del siglo IV, de alta estirpe y procedente de algún lugar de la Gallaecia romana, posiblemente Iria Flavia. A sus cuarenta años emprende una singular peregrinación religiosa a Tierra Santa. La originalidad de la audaz iniciativa de Egeria en aquellos primeros tiempos del cristianismo, en los que todavía no existían las grandes peregrinaciones, radica en que iba tomando notas en latín de los lugares que visitaba. Sus relatos configuraron el llamado Itinerarium.