Gracias a su amigo Teo, Fede detiene a un hacker sospechoso de los secuestros informáticos, pero el caso no estará cerrado. Ricky lo pasa mal porque su madre fue a la cárcel por su culpa. Además, se descubre que Luis y Ricky preparan en secreto un robo de televisores. Llegan al barrio Toni, un nuevo agente en prácticas, y Damián, que va a abrir una ferretería en el barrio. Marcelino recibe una trágica noticia: su amigo Germán se ha suicidado.