Ante las continuas sospechas de Antonio, finalmente es Miralles quien ha detenido a la falsa enfermera cuando se encontraba a punto de llevar a cabo un macabro plan: acabar con la vida de Antonio. Jesús sabe que el malestar de David aumenta cada vez que la policía merodea la frutería. Por ello, el tendero se ha planteado la idea de confesar y entregarse en comisaría y poner fin, de una vez, al sufrimiento de su hijo. La detención de Somoza parece ser más que inminente. Iker está convencido de que podrá ponerle las esposas más pronto que tarde, pero Alicia no puede evitar preocuparse por su vida cada vez que lo ve cerca del empresario colombiano.