Nerea sigue arrepentida por haber roto la relación con su prima Alicia y su padre, Marcelino Ocaña. Por eso, ha aprovechado su encontronazo en la plaza para pedirle perdón por todo su comportamiento antes del nacimiento de Leo. Tras ser liberado de su secuestro, David se está enfrentando a todas aquellas personas que se preocuparon por él durante su ausencia. Entre ellas Paty, quien no ha dudado en echarle en cara la poca delicadeza que tuvo al no devolverle las llamadas que le hizo desde que salió de Madrid.