La policía trabaja a contrarreloj para intentar evitar un nuevo asesinato del Fantasma. En la cárcel, Hanna es víctima de un complot para inculparla en un delito grave. El caso del cobro al moroso mantiene en vilo a la familia Galván. El acercamiento entre Saúl y Fabián sigue avanzando, pero se tuerce cuando el psicólogo presencia la actitud agresiva de Saúl con un desconocido.