Gracias a Miralles, Quintero cambia de opinión y acude a la boda de Julio y Olga. Hanna teme que salga a la luz su participación en la muerte de Khan. Las vacaciones de Sheila con su padre se anulan. La boda de Olga y Julio transcurre con armonía, sin que sus asistentes sospechen el peligro que acecha.