Víctor se preocupa por lo que pueda pasarle a Martina, mientras Rubén sigue enfadado por su posición dentro de la organización. El registro rutinario de un posible escondite de Argos por parte de Carlos, Yolanda y Eider se convierte en una trampa mortal. Adolfo cambia de idea e invita a Sheila a que conozca a su familia.