Durán decide cambiar de estrategia frente a Argos para obligarle a mover ficha, a pesar de las dudas de los policías. Hugo ofrece a Quintero comprarle su negocio, algo que éste rechaza, pero Hugo tiene otro as en la manga. Martina recibe una visita muy esperada por ella. Se confirma que Argos ha picado el anzuelo del falso homicidio y acepta a Darío en su organización. La investigación sobre el sestercio robado avanza gracias a la colaboración de Nacho el carterista.