A Blanca y a Cristóbal les cuesta creer que al fin haya llegado el día de su boda. La casa de las Silva es un torbellino de preparativos y nervios. No parece que nada ni nadie pueda ensombrecer un día tan feliz. Velasco recibe una llamada: el juez, inexplicablemente, se ha echado atrás y acaba de ordenar la liberación de Marina. Merceditas anuncia a Diana y Salvador que finalmente no se va con ellos al viñedo: no quiere tener cerca a Raimundo ahora que ha sabido del embarazo de Elpidia. Antonia ha cambiado de idea y va a venderle la tienda a Cándida. Cata recibe la noticia con pena, dando por seguro que se quedará sin trabajo. Sofía pide a Elisa que se quede al cuidado del pequeño Leandro mientras ella viaja a Francia.