Es el día del bautizo de Eugenia y toda la familia se prepara para celebrarlo. Adela y Germán disfrutan de su felicidad junto a su hija a pesar de la preocupación de la Silva por el encuentro con Leticia, la hermana de su difunto marido. Y no es para menos. Las averiguaciones de Velasco hacen sospechar al inspector que es la persona que está amenazando a las Silva. Sin embargo, ante la falta de pruebas contundentes, Celia y Velasco deciden no contarle nada a Adela. En lugar de eso, Velasco asistirá al evento como acompañante de Celia y velará por la seguridad de la Silva sin que ésta se dé cuenta. Entretanto, Diana quiere hablar con Carlos para convencerle de que deje de fabricar bombas de cloro en su fábrica de Núremberg, pero Salvador teme que eso sólo consiga que don Ricardo se lleve el negocio a otro lugar. La solución para evitar todas esas muertes provocadas por las bombas es otra y Salvado