Exhausta de tanto luchar contra lo inevitable, Blanca propone a Cristóbal regresar a casa. Lo poco o lo mucho que le quede de vida, lo quiere vivir con él allí en paz. Cristóbal no puede oponerse a los deseos de una moribunda. Diana decide que ha llegado el momento de contarle a Adela la verdad sobre el trabajo de Germán. No es cierto que trabaje en la fábrica Arencibia. Germán trabaja para Ricardo Silva. A Adela le cuesta asumir, no sólo que Germán esté a las órdenes de su tío, sino, sobre todo, que la haya engañado todo este tiempo. Pero Germán no es la única víctima de Ricardo. Doña Dolores, tras saber que Ricardo Silva ha amenazado a su hijo, no duda en ir a verle y recordarle que debería tener cuidado con quien juega y cómo. La pequeña de los Silva ha visto cómo se venían abajo sus planes de fuga con José María as&i