Ha llegado el día de la mudanza para Francisca. No le apetece mucho estrenar la casa que Don Luis ha encontrado para ellos... aunque lo que más le cuesta es despedirse de Celia. Mientras tanto, un imprevisto impide a Salvador firmar un negocio con un cliente importante. Mirando por los intereses de Tejidos Silva, Diana se verá obligada a dar un paso al frente. Adela asiste a la depresión cada vez más profunda de Germán. Se le ocurre una idea para animarle, aunque es una idea que podría ser un poco arriesgada. Mientras tanto, Celia sigue encantada con la visita de Víctor Dumas. Eso sí, el francés resulta ser un poco extravagante. Bernardo se ofrece a ser el abogado de Gabriel, sin cobrar nada a la familia. Pero se encuentra con un escollo inesperado: Gabriel está dispuesto a declararse culpable y dice no necesitar un abogado. Finalmente, Cristóbal descubre la parte sucia del acuerdo con el nuevo socio de