Jessica se sorprende cuando su amigo, el investigador privado Charlie Garrett, aparece en una casa de subastas muy exclusiva de Nueva York e interrumpe el proceso al ofertar 400.000$ por una pintura mediocre. Cuando el artista es asesinado a puñaladas en su estudio esa misma noche, Jessica pronto se entera de que el lienzo subastado era una artimaña: había sido pintado sobre un Degas robado para mover la obra maestra de valor incalculable en público. El descubrimiento lleva a Jessica a un submundo internacional de doble traición, en el que ni siquiera se puede confiar en los amigos y las pinturas son más valiosas que las vidas.