Doña Bárbara, presa del dolor tras la muerte de su hija, quiere que Fabio aumente su influencia para que detengan a Íñigo como el responsable. Pese a todo, Matilde es consciente de que él no pudo cometer semejante atrocidad. Su gerente César le aconseja, eso sí, que se aparte durante un tiempo. Mientras tanto, él tiene que seguir lidiando con lo que le dictan desde el sur de Francia. Esta gente ya avisó previamente: las consecuencias recaerán sobre Inés. Al tiempo, en la galería comercial, don Fermín celebra el éxito de haber podido ayudar tanto a su sobrina Laurita como a Celia a conseguir el alquiler de la tienda de gramófonos. Enfrente, en la librería, Miguel ya tiene un nuevo producto para vender: fajas. Y en el Salón de té, ¡Cañete se entera de que Trini está embarazada! Por último, Íñigo recibirá una última hora acerca de su acusación por asesinato...