A doña Carla le florece la buena nueva a acerca de la aparición y existencia de Jacobo Morcuende, el supuesto hijo de don Jaime. Este hecho la hará alterar, lo que provocará que le pregunte acerca de su pasado para cerciorarse de si lo que le cuenta Jacobo es verdad o no. Y para su sorpresa, resulta que al hijo de don Jaime no le importa la cuestión pecuniaria. Al final, el vástago de don Jaime le sorprenderá por su forma de ser tan empática y servicial. Asimismo, a Íñigo Peñalver este acontecimiento le removerá sus nupcias con Matilde Garcés al comunicarle, que tienen que posponerla debido a este giro inesperado. Así que mientras tanto, Matilde tendrá que seguir lidiando con las empleadas del Salón por las discrepancias a causa de los horarios que les ha otorgado; y Laurita soportará el desplante de su madre Gabriela al enterarse de que está embarazada. Encima,