El inspector Ocampos encuentra documentación esclarecedora sobre el atentado de La Moderna, y ni la mismísima doña Carla se librará de su investigación. Mientras se despeja la x de este asunto, la vida en la galería debe continuar y por ello, tanto Pietro como Esperanza marchan antes de que el Salón de té reabra sus puertas, para ayudar en la limpieza y puesta a punto del obrador, después de este pequeño paréntesis. También el italiano hablará con Antonia para así preguntarle a Marta si ella sabe dónde se puede esconder su tío Higinio. Para esto, comenzará con sus pesquisas que le llevarán a la conclusión de que tal vez, su tío haya abandonado la ciudad. En ese tiempo, Fernando Collado y Laurita siguen con los cañones por banda; Emilio y Luisa parecen darse un armisticio sentimental; y Cañete reconoce que fue él quien provoc&oa