Matilde le explica a Íñigo que podrían subir al desván de encima del despacho de Carla y así espiarla. Pero para ello, la propia Matilde sabe que necesitan una llave para poder acceder, y que, para más inri, esa llave parece ser que se encuentra en posesión de don Fermín. Mientras, el inspector Ocampos quiere hacerle unas preguntas a doña Carla, ya que pretende reconstruir los hechos de la muerte de don Jaime. Por ello, Carla le cuenta punto por punto, detalle a detalle, cómo vivió aquella situación. A la par que este asunto se soluciona, Emilio tiene ciertas discrepancias acerca de los asuntos en los que pueda estar metido su hermano Raimundo. Al inspector Ocampos se le empieza a acumular su trabajo, y ahora se personará en la corrala para detener a Raimundo, al ser sospechoso de robar un colmado. El lado oscuro de la maldad también lo sufrirá Pietro al recibir una paliza de manos