Las partidas de póker de Aguirre y don Fermín continúan con algarabía y determinación, algo que preocupa en Teresa que, con buen ojo, se ha percatado de que don Fermín no ha acudido a trabajar en su horario habitual a La Moderna. También la propia Teresa habla con un desconcertado Cañete, que denota que algo les pasa a los dos. ¡A Luisa lo que la pasa es que ha recuperado la vista! La joven Marta decide no contarle a Conchita el mal rato que le hizo pasar don Cecilio, y para colmo, terminará encontrando la carta que le envío el banco a Antonia anunciándole de su posible desahucio. Entre Laurita e Inés se puede cumplir aquello de "cada familia infeliz lo es a su manera" y regañarán porque Inés no le contase a su tío Fermín que se ha marchado del Madrid Cabaret. Entre tanto, Laurita continuará trabajando en su propuesta de cuñas publicitaria